Integración. En nuestra parroquia de La Inmaculada el Consejo de pastoral parroquial no se encuentra integrado al cien por ciento. Somos los sacerdotes los que ponemos dificultad: ni quien tiene el nombramiento de vicario, José Alberto Pelayo; ni los adscritos, padre Samuel Bernardo Lemus, José Luis Pantoja y ni los de la única rectoría en la parroquia, padre franciscanos, Fabián Orozco y Wilfrido. Cada uno está al margen de Consejo por diferentes razones, tal vez en algún caso con cierta validez.

Los laicos son, sin duda más responsables y con más entusiasmo. Todos ellos participan en la pastoral parroquial coordinando algún equipo y con alguna responsabilidad bien definida. Sin embargo, considero que no todos tienen aún plena conciencia sobre la identidad del Consejo mismo y sobre el quehacer que le corresponde dentro de la parroquia. En eso estamos trabajando.

Formación y capacitación. Se esté trabajando en llevar a la practica todo el pan de trabajo de la parroquia.

En la parroquia de la Inmaculada, aquí en Morelia, no sólo los miembros del CPP tienen necesidad de una adecuada formación y capacitación; en realidad esta es una muy sentida necesidad en todos los grupos parroquiales. Es verdad que en la pluralidad de los grupos y en la multiplicidad de actividades hay muchos apóstoles con profunda espiritualidad y generosa dedicación al servicio; sin embargo también lo es que en no pocos se nota insuficiente formación doctrinal y poco liderazgo.